Uno de los grandes símbolos del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche es el castañar. El árbol emblemático de este entorno, el castaño, está ligado desde hace muchos siglos a una cultura popular que ha convertido su exquisito fruto, la castaña, en una forma de vida (hay miles de familias que viven de él). La localidad de Aracena y su entorno se han convertido en un claro ejemplo de la convivencia en armonía y la simbiosis perfecta entre ser humano y naturaleza y en un espacio único para pasar unos días en un alojamiento rural.

El castañar ocupa aproximadamente un 3% de toda la superficie del Parque Natural y se extiende, en su máximo esplendor, por la cara norte de la Sierra, entre Aracena y Almonaster la Real, convertido en un bosque casi continuo y componiendo un paisaje sorprendente durante todo el año, pero sobre todo en otoño, cuando su vestimenta verde brillante propia de la primavera y el verano empieza a adquirir tonos dorados y ocres y cuando el fruto, escondido en una envoltura en forma de caparazón espinoso, comienza a caer al suelo y abrirse para ofrecernos toda la dulzura de la castaña. La recogida suele comenzar a primeros del mes de octubre y se extiende hasta diciembre. La recolecta manual, o ‘apaño’, es llevada a cabo por cuadrillas de ‘apañaores’.

Visitar esta zona del norte de la provincia de Huelva con la llegada del otoño es un espectáculo inigualable para pasar unos días en familia en Aracena. Pasear por los muchos senderos que recorren el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche es una actividad perfecta. Rutas que se pueden hacer a pie o en bicicleta, pero teniendo muy presente que no podemos llevarnos las castañas que encontraremos en nuestro recorrido, puesto que son una parte fundamental de la economía de muchas familias de la zona y porque en su mayoría los castaños se encuentran ubicados en propiedades privadas.

El castaño llegó a Huelva en las manos de los repobladores venidos del norte allá por el siglo XIII, forjando toda una cultura y forma de vida en torno al árbol y a su fruto en buena parte de los pueblos de la Sierra de Aracena, sobre todo en Aracena, Los Marines, Galaroza, Alájar, Castaño del Robledo, Cortegana, Fuenteheridos, Linares de la Sierra o Jabugo. Se estima que, en la actualidad, el castañar ocupa unas 5.000 hectáreas con alrededor de270.000 castaños con una edad media de entre 350 y 400 años.

Para disfrutar del otoño y del castañar de la Sierra de Aracena, con su espectacular paleta de colores, nada mejor que pasar un fin de semana en un enclave salpicado de pueblos blancos y calles empedradas y entre gentes amables que reciben con los brazos abiertos a quienes les visitan. La mejor alternativa como alojamiento es un hotel de cuatro estrellas en Aracena con todos los servicios y comodidades propios del siglo XXI y con el encanto de hallarse ubicado entre las cuatro paredes del que fuera un antiguo convento del siglo XVII.

El Hotel Convento Aracena & Spa se encuentra a los pies del castillo y la iglesia prioral que, desde lo alto del cerro, contemplar el devenir diario de los aracenenses y a muy pocos minutos paseando del deslumbrante prodigio natural que es la Gruta de las Maravillas, una obra maestra del agua y la roca forjada a lo largo de miles de años. También merecen una visita el Museo del Jamón, cabe recordar que estamos en la cuna de unos de los mejores jamones ibéricos de España en la DOP Jabugo; el Museo de Arte Contemporáneo de Andalucía, único al aire libre en la región; o el casco antiguo una población que es capital de la comarca.

Una de las excelencias del Hotel Convento Aracena & Spa es su oferta gastronómica, concentrada en el restaurante Huerto Nun, situado en el espacio que un día ocupó el huerto de las monjas dominicas que habitaron este espacio. Entre su amplia oferta, y ya que estamos en época de castañas, destacaremos su Secreto relleno de foie, jamón y setas que incluye una sabrosa salsa con castaña. El plato está elaborado con secreto de cerdo ibérico, una mezcla de diferentes setas de la zona (es esta también época micológica), foie y jamón ibérico picado y lleva una salsa hecha con castañas, piñones, uvas pasas, vino dulce y dientes de ajo.