Siempre hay una buena excusa para visitar Aracena, en el norte de la provincia de Huelva, y para alojarse en un hotel rural con el encanto de un convento del siglo XVII. Penetrar en las entrañas de su cerro a través de la puerta a un mundo mágico que nos ofrece la Gruta de las Maravillas. Sentirse como un caballero de la Edad Media paseando entre los muros de su castillo o rezando en la Iglesia Prioral de Nuestra Señora del Mayor Dolor. Regalar a nuestro paladar su rica gastronomía, centrada, con toques de modernidad y tradición, en los productos de la tierra y en el inconfundible sabor de los jamones ibéricos de la DOP Jabugo o acercarnos al mundo del cerdo en el Museo del Jamón.

Hacer senderismo o montar en bicicleta por los muchos kilómetros de caminos bien señalizados con que cuenta el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Pasear por su casco urbano, considerado Bien de Interés Cultural. Aracena ha estado siempre muy vinculada al mundo del toreo. Practicar deportes de aventura o dar un estimulante paseo a caballo. Conversar con sus amigables vecinos, siempre dispuestos a recibir con los brazos abiertos a quienes los visitan. Descansar en un hotel de cuatro estrellas con encanto y darse un baño en su piscina o relajarse en su spa.

Son muchas las excusas para acercarse a este hermoso rincón de Andalucía, pero la que vamos a usar esta semana tiene que ver con el mundo de la tauromaquia. Aracena, lugar ideal para disfrutar de un alojamiento rural de calidad, cuenta desde el 15 de agosto de 1864 con su actual plaza de toros. Fue impulsada por un grupo de vecinos y el encargado ese día de torear a cuatro astados fue Manuel Carmona ‘El Panadero’. La primera referencia a una plaza permanente en el lugar, hoy ya desaparecida, de la que se tiene noticia aparecería en una reseña en la Gaceta de Madrid el 29 de diciembre de 1827: “En Aracena se está construyendo una plaza de toros”.

Pero volvamos al presente para adentrarnos en el I Congreso Internacional de Aficionados que se celebrará en Aracena del 1 al 4 de julio. Está organizado por el Club de Aficionados Prácticos Taurinos (CAPT), nacido en Sevilla en marzo de 2010 de la mano del torero Eduardo Dávila Miura, junto a Rafael Peralta e Ignacio Moreno de Terry, con la idea de acercar y enseñar los valores del toreo a personas de todo el mundo. Se trata de difundir su práctica como disciplina artística y deportiva, promover sus valores y acercar a este mundo a cualquiera que sienta interés o simple curiosidad.

El Congreso nace con espíritu de continuidad y con el objetivo de convertir a Aracena, lugar donde podemos alojarnos en un hotel con encanto para toda la familia, en el centro neurálgico del toreo durante un fin de semana al año. Serán cuatro días intenso para profundizar en la tauromaquia, practicándola de forma didáctica con aficionados de distintos países. Dentro de esta cita se impartirá también un curso de fotografía taurina.

La programación arrancará el jueves con un coloquio sobre la figura del aficionado práctico en la fiesta y continuará el viernes, a primera hora, con una jornada de campo y un tentadero a campo abierto. Ya por la tarde se llevará a cabo un curso de tauromaquia práctica y toreo de salón, usando capote, muleta y banderillas y acorde a todos los niveles (iniciación, medio y avanzado). El día se cerrará con una conferencia, en el Teatro de Aracena, del maestro Eduardo Dávila Miura.

El sábado se hará un recorrido durante la mañana por varias ganaderías en el entorno de Aracena para conocer el toro de cerca, su hábitat, su manejo, su alimentación…, y se visitará la Gruta de las Maravillas. La tarde estará dedicada a recorrer la localidad con clases magistrales y ponencias en distintos rincones con encanto y la noche a la entrega de premios y reconocimientos. El domingo, como fiesta final, se celebrará un festejo taurino en el que, a falta de cerrar el cartel definitivo, se pretende lidiar seis reses por cinco matadores de renombre y por un novillero, contando con la participación de distintas ganaderías.